Se podría afirmar que no se observa la presencia del árbitro hasta el momento en el que toma una mala decisión arbitral, o al menos es lo que ocurre en la mayoría de los casos. ¿Quién es insultado en un partido o en la TV cuando se toma una mala decisión arbitral? ¿A quién se dirigen los jugadores cuando creen que son amonestados de forma injusta? Por su puesto que en ambas preguntas la respuesta es la misma, el árbitro. Esto es solo un ejemplo de porque es de gran importancia que el árbitro esté bien formado, dotado del correcto equipamiento arbitral, entrenado y ante todo, profesional en su trabajo.
